Desde los 16 años salgo con amigues a todo tipo de fiestas, eventos culturales, raves, teatros, varietés, clubes nocturnos, afters, bares de rock, recitales y una larga lista de etcéteras que rondan desde lo más “cheto” a lo más underground.
Al momento de hablar de fiestas y el consumo de drogas creo que es importante hacerlo quitándose un poco la careta, esa que acostumbramos llevar sólo para evitar el reto de nuestros padres o el estigma social.
Si lo personal es político, es responsabilidad de todxs liberar tabúes que no sirven para nada.
Consumimos para intensificar una experiencia social, sensitiva o incluso mística. Hay drogas legales, ilegales, naturalizadas o desconocidas. Se combaten enfermedades, sirven de anestesia para intervenciones quirúrgicas o incluso algunas están diseñadas pura y exclusivamente para generar placer.
La circulación de éstas siempre ha sido moneda corriente, y con esto no quiero decir precisamente que “la sociedad está perdida” ni mucho menos, lo que quiero decir es que independiente del perfil legal que tengan, siempre existieron. Repudiadas o aclamadas por quien sea, existen.
El perfil legal ha servido para delimitar una confusa línea entre lo que es aceptable o inaceptable de consumir a los ojos de la ley o de otrxs. Aunque sabemos que realmente esta línea es ilusoria, la ilegalidad y persecución de diversas drogas las ha llevado junto a sus consumidores al dark side, la criminalización del consumo, la negación, exclusión y ausencia de educación al respecto, independientemente de su nocividad.
Esto ha producido efectos indeseados sobre usuarios particularmente, significando un mayor riesgo para su salud e integridad personal.
Desde mi punto de vista educar es combatir. Recuerdo cómo una charla sobre despenalización del consumo de cannabis en la facultad me abrió la cabeza respecto al rol del estado prohibicionista, cómo esto favorece al narcotráfico, limpia las manos de funcionarios y acarrea consecuencias negativas para las personas.
Así como yo, otras personas también vieron cómo la desinformación llevó a muchxs a sufrir las consecuencias del consumo irresponsable, eso que puede llamarse “mal viaje”.
Podés atravesar experiencias extáticas, divertidas, empáticas o surreales con el consumo, pero también podés tropezar con un “mal viaje” (por diversas causas) llevándote en ocasiones a correr peligro.
A todo esto, ¿Qué es un “mal viaje”?:
- “Es como volver a casa en pleno verano con la línea D en horario pico” ( explica Caro en la capacitación de P.A.F).
Y qué es P.A.F !?
P.A.F ! es básicamente un proyecto de atención en fiestas, se encargan de la parte de nocturnidad a través de la asociación civil @INTERCAMBIOS_AC. Ellxs brindan una mano a quienes puedan necesitarla durante el transcurso de un evento nocturno, poniendo su foco de acción en las fiestas electrónicas bajo la consigna: “DALE UN CACHETAZO AL MAL VIAJE”.
Hace un tiempo por casualidad un amigo me regaló un folleto de ellxs con @teganandsid contándote sobre consumo responsable, así conocí a estos promotores de salud.
Profundamente movilizadxs por la tragedia de Time Warp, se organizaron y se pusieron la camiseta para contribuir a la causa desde abajo, accionar directamente en los ámbitos recreativos donde efectivamente circulan drogas, hablando de ellas sin tabúes de por medio que impidan a los usuarios conocer los riesgos y sus derechos.
Hay contextos en los que sólo necesitás que te brinden una mano, un vaso de agua, un abrazo, o simplemente una charla. Es mucho más significativo para alguien que atraviesa un mal momento recibir este tipo de atención que la nada misma, o directamente el trato impersonal o despectivo ya sea de un seguridad de boliche o de un equipo médico X.
Agua, un dulce, fruta o una mirada empática puede hacer la diferencia, hasta podés llevarte tips súper útiles sobre consumo responsable a tu casa con la amigable folletería de @TeganandSid.
Lxs voluntarixs de este programa de atención en fiestas están preparadxs y capacitadxs para atender al público en eventos electrónicos, ellxs tomaron la acción social en esa porción de realidad, aportando su grano de arena desde la perspectiva de reducción de daños, como una cuestión de salud pública.
Caro y Tomás (//) como integrantes del equipo me explicaron que, desde el programa P.A.F, no pretenden justificar el consumo ni mucho menos fomentarlo. Pero sí aceptarlo, y educar al respecto.
Tomás es Administrador de Argenpills, y director de P.A.F Tomas Perez Ponisio por la #reducciondedaños o #harmReduction. Caro ahumada es la Proyect Manager, y nos brindaron una charla super interesante y comprometida sobre estos temas, además se encargan de capacitar junto a un equipo de profesionales a todxs aquellxs que quieran ser voluntarios del proyecto y contribuir a esta causa tan nuestra y legítima.
Si querés sumarte como voluntario, si producís eventos electrónicos y estás comprometido con la seguridad de tus asistentes, o simplemente querés saber más sobre ellxs, te invito a que los sigas en las plataformas de Facebook e Instagram: @ProyectoPAF
Texto por Sofi Godzic - Fotos de Nicolás Lucociero para Revista Iliáster